TA-SOS Etapa1 L/H Yuu Sherwood

Una hierba amarga se humedece dentro de la boca de la Phantump pelirroja, su paciencia casi inexistente la tenía ansiosa mientras el barco encallaba en el muelle de la isla nevada. Se muerde los labios por dentro deseando saltar fuera y correr sin parar hasta llegar a la torre para deshacerse de ese infernal frio. Pero no lo hace, ni siquiera hace amago de levantarse, deja que los demás salgan a tropicones primero mientras ella se arregla el cuello de la gabardina, no le gustaba, la sentía pesada.

Finalmente baja  a paso firme y con la cabeza bien alta, como si fuera una dama de la época victorina que descendía con soberbia de un crucero trasatlántico, atrae un par de miradas extrañadas pero las ignora y se abre paso por la nieve.

-o-o-o-

La hierba en su boca ya estaba por desaparecer  cuando avista las puertas de la torre, saluda con una inclinación de cabeza al guardián y este le da las indicaciones básicas mientras la llama por un apodo horrendo; “cornuda”. Cuando finalmente le abre la puerta se asegura de pisarlo “por accidente” antes de entrar y casi arrancarle los botones a su ropa para quitársela y quedar con su ligero vestido oscuro. Arroja la gabardina lejos.

-Finalmente…

Entrecierra los ojos ligeramente para agudizar la vista mientras su vista se acostumbra al cambio. Hay una puerta al fondo. La abre y se encuentra con un túnel, sigue y da con otra puerta que da al siguiente túnel y así sucesivamente. No hace más que caminar por largo rato ignorando las 4 horas de tiempo, de hecho ni lo estaba considerando. Al cabo de un tiempo, no está seguro cuanto llega a una sala más grande con un portón lleno de garabatos a su gusto, intenta abrirlo y al no ceder a los primeros empujones, opta por su opción más lógica; busca alguna cerradura para forzarla con sus dagas, pero no encuentra ninguna y le da una patada a la puerta de mal humor.
Regresa sobre sus pasos, el techo cruje en protesta por su comportamiento.

-¡Aun siendo la torre de babel, es un insulto tener a alguien caminando como un melancólico vagabundo en una metrópolis! Acepto sus juegos, así que guarda silencio y déjame pensar ¿comprendido? –Ruge y su voz se escucha como un eco por todo el cuarto.
El techo se calla y Yuu ya no le queda nada de hierba amarga en la boca. Más malas noticias.

Pasa los siguientes 10 minutos moviendo las estatuas al azar y juntándolas en el centro de la habitación una vez hecho va a revisar los nichos por quintécima vez, esto era más un trabajo para su primo, no para ella. No le gustaba estar quieta pensando, prefería la acción. Por lo que intenta meter una de las estatuillas a la fuerza a un nicho que no le correspondía, la torre tiembla ligeramente en protesta.
-Está bien, está bien…-Lanza lejos la estatuilla y se cruza de brazos mirando tanto la escritura de la puerta como los nichos. Espeta una expresión frustrada en chino y va a sentarse  en una raíz.- Sácame.

La torre no es de rogar y la raíz se enrosca en torno a la cintura de la chica antes de sacarla, Yuu cae sobre la nieve fría y eso solo empeora su humor, rodea la torre caminando como un pingüino por qué sus plataformas se hundían en la nieve, para cuando regresa el guardián la espera con una sonrisa de oreja a oreja y le informa que estuvo más de dos horas y estaba por decir algo más cuando la chica lo silencia con una ridículamente cortes manera de mandarlo al diablo.

Entra de nuevo y azota la puerta dejando al hombre con una respuesta en la lengua.

-¡Exijo mi revancha!-Aúlla y la torre esta vez tiene 3 caminos para ella, Yuu corre al más cercano y se repite lo anterior, puertas, caminos, intersecciones, la Phantump solo sigue a paso rápido todo saltando ramas hasta que vuelve a la cámara anterior, solo que todas las estatuillas vuelven a estar en su lugar, como si ella nunca hubiera estado allí. Bufa y camina con grandes zancadas hasta llegar nuevamente a la puerta tallada. Misma inscripción.

La siguiente media hora fue la chica martillando y pateando las estatuillas para que entraran a sus nichos con distintas combinaciones, la torre se harta de ella y la arrastra al exterior y la escupe a la nieve ya con menos cuidado. Yuu se levanta y repite lo mismo, esta vez sin siquiera mirar al guardia rodea la torre, entra y esta vez no hay ningún camino para ella.

-No desperdicies mi tiempo. –Espeta con fastidio y aparece una puerta al fondo, casi a regañadientes. La Phantump entra y se encuentra de inmediato con el cuarto, suspira y va de nuevo.

No pasan ni 15 minutos antes de que la torre la escupa de nuevo. Alcanza a advertir la palabra “insistente” de los labios del guardián antes de cerrar de nuevo la puerta.

-¡Una vez más! –Aúlla y esta vez en el cuarto hay 12 túneles, ni se molesta en pensar en cual tomar y  toma el camino más cercano, siempre lo primero que estaba a su alcance, de cualquier forma la torre  ya la había llevado tres veces al mismo lugar ¿por qué no una cuarta?

Esta vez llega ahogando jadeos a la cámara y se toma un momento para recuperar el aire en el arco de la ultima puerta que tuvo que abrir. Retoma su compostura y camina hacia el acertijo, lo vuelve a leer y va a las estatuas, ya se las sabía de memoria y las mira una a una murmurando en voz baja, no estaba segura de cuales había puesto en que nicho y en cuales no, pero ahora tenía mayor conocimiento de ellas y al tomarlas los pesos le sonaban.

Toma una estatuilla y la pone dentro del pequeño nicho, busca una algo azulada y la pone en el segundo busca una tercera y la coloca. Nada. Le sale un grito exasperado de la garganta y arroja la última estatuilla lejos, va por otra y la arroja dentro del nicho con rabia.

-¡¡Ya tuve suficiente!! –Aúlla y gira sobre sus talones para regresarse, cuando se escucha un chasquido y se gira para ver el portón abrirse silenciosamente.

Yuu solo puede hacer una cosa; gruñir y seguir en silencio.